"Cualquier otra cosa que el hombre es, él no es lo que estaba destinado a ser," observó G. K. Chesterton.

¿Puede usted decir que nunca ha querido hacer algo prohibido? ¿Cómo respondería a una situación dada, si usted tuviera la oportunidad de cometer su pecado favorito y nadie se enterara? ¿Qué haría usted si Dios no lo librará de su tentación favorita?

El pecado engaña porque comienza con una actitud del corazón (Mateo 5:21-28). Quita a Dios de su trono y entroniza al hombre pecador. Cuando nosotros hacemos esto en un período de tiempo, nuestros corazones se endurecen contra las cosas de Dios. "El corazón es engañoso sobre todas las cosas, y perverso". Ya no puede reconocer a Dios cuando Él habla a través de Su Espíritu.

No sólo el pecado endurece el corazón de los pecadores (Hebreos 3:13), pero este resulta en la muerte (Romanos 5:12, 21; 6:16, 23).

El SEÑOR Dios ha dicho claramente: "No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre" (Génesis 6:3).

El Nuevo Testamento utiliza la palabra griega hamartia para describir el estado de pecado del cual los actos de pecado proceden. La Biblia nos dice que el pecado es universal. "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Cada individuo está "vendido a la esclavitud del pecado" (7:14). La Escritura lo encerró todo bajo pecado y tiro la llave (Gál. 3:22). "Si decimos que no somos pecadores, somos mentirosos" (1 Juan 1:8,10). Cada individuo está involucrado en el pecado personal. Es el estado universal de la humanidad.

Cada individuo está en el control del pecado (Gálatas 3:22; Rom. 3:9). Sin reglas sobre el hombre como un rey cruel (Rom. 5:21; 6:14). El hombre está totalmente bajo el dominio del pecado (Juan 8:34; Rom. 6:17, 20; 6: 6).

¿Cuál es la inclinación al mal que es tan destructivo para la humanidad? Es un insulto, una blasfemia a Dios (Hebreos 3:13). El pecado es un deseo de lo malo (Santiago 1:15). Esto  extienda la mano a lo que está mal. El pecado es la anarquía, lo que significa que quiere  ser hecho con todas las restricciones y los controles (I Juan 3:4). Es una injusticia, y el mal a Dios (1 Juan 5:17). El pecado hace a la persona adorarse a sí mismo. Impide las normas morales de Dios y sustituye los valores culturales del hombre. El pecado es aceptar las normas del mundo en lugar de las de Dios.

Porque el pecado es tan malo y destructivo, sólo hay una cura para el pecado, independientemente de las opiniones humanas. Dios envió a Su Hijo Jesucristo, el Cordero de Dios, para "salvar a Su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21). Los pecadores necesitan ser rescatados por Jesucristo, que dio su vida por el pecador.

La tinta antigua no tenía el ácido en él, por lo tanto no mordía el pergamino o papiro. Esto podría ser borrado cuando una nueva superficie de escritura fue necesaria. La muerte expiatoria de Jesús  borro nuestros pecados (Hechos 3:19).

Solo la sangre de Jesús nos lava de todo pecado (Hechos 22:16; Heb. 1:3; 2 Ped. 1:18-19; Juan 1:7). Sólo Jesucristo tiene el poder para limpiarnos.

Dios en Su misericordia pone un velo sobre nuestro pasado pecaminoso y nunca mira de nuevo (Rom. 4:7).

Dios no tiene en cuenta los pecados contra la persona que crea que Jesucristo murió por sus pecados (Rom. 4:8). Nunca podríamos pagar nuestra deuda del pecado, pero Dios en la gracia y la misericordia quita nuestra deuda y escribe "pagado en su totalidad" por Jesucristo a través del libro de contabilidad.

Jesús nos ha liberado, Él nos ha "liberado de nuestro pecado" (Rom. 6:18, 22; 8:2). Jesús ha emancipado y liberado al pecador.

Por otra parte, Jesús ha "cancelado nuestro pecado" (Hebreos 9:26).  Él ha limpiado la deuda, y somos perdonados (Mateo 9:2; Mar. 2:10; Luc. 7:47; Hechos 2:38; 10:43; Col. 1:14; 1 Juan 2:12).

Jesucristo nos ha liberado de la pena y el castigo del pecado, y Él nos ha vestido con Su propia justicia perfecta (2 Cor. 5:21).

Selah!

Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin